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El ser humano está abocado a muchas a muchas
presiones sociales que lo llevan a no tener decisión propia, a no ser
individual, dejando de lado su propio sentir y pensar. Tanto la religión como
la política y la misma sociedad son culpables de la pérdida de esta identidad
personal, los intereses de unos y otros obligan a que se tomen decisiones que a
la larga afectan el sentir y pensar de las personas.
Estas presiones
ejercidas por cada sector se generaliza convirtiendo lo que puede ser bueno
para unos pocos, se torne en modelos de vida para toda una población, los
medios toman papel importante en la realización de estos modelos, ya que son
los encargados de masificar estas ideas, volviendo indispensables elementos que
realmente lo único que dejan son buenos dividendos para las arcas de unos
cuantos, priman más los intereses personales de unos pocos que el interés de
muchos, se ejercen presiones para que se sigan movimientos, carreras y
profesiones donde se reciban buenos sueldos y no se trabaje mas la parte artística,
espiritual, emocional, no se deja pensar al hombre, tomar sus propias
decisiones, cometer su errores y aprender de ellos, se les está diciendo que
hacer, como comportarse en una sociedad, que conceptos seguir, en pocas
palabras, formar seres que se comporten según sus conveniencias; con la globalización
se intenta hacer un solo estilo de persona que piense igual, que consuma que no
exija y sea muy productivo a bajo costo (mano de obra barata).
Hay que dejar al ser
humano pensar, decidir equivocarse, caerse y volverse a levantar, hay que
dejarlo elegir.
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